(13 DE MAYO, 2024) Por J. Jesús Esquivel.
Radiografía de la inutilidad de la DEA
Washington – ¡Vaya manera de intentar disfrazar un fracaso! Hace unos días, Anne Milgram, la jefa de la Administración Federal Antidrogas de Estados Unidos (DEA), presentó la radiografía de la inutilidad de sus agentes y del gobierno de su país ante el problema de la drogadicción.
En su Evaluación de la Amenaza de las Drogas 2024, la administradora de la DEA acusa al Cártel de Sinaloa y al de Jalisco Nueva Generación (CJNG) de ser básicamente los responsables de que todos los días mueran más de 330 personas en Estados Unidos por una sobredosis. A las dos organizaciones criminales mexicanas, la DEA les atañe ser el motor del tráfico de todo tipo de drogas, en especial las sintéticas elaboradas con fentanilo y de haber invadido con sus operadores los 50 estados de la Unión Americana y de tener presencia en 47 países.
¡Qué pinches malos e inútiles son los de la DEA para agarrar narcos en su propia tierra y qué buenos son para llevar a cabo censos entre los delincuentes! Si ya los tienen ubicados, ¿por qué no los atrapan?, pregonan mis padrinos, los hijos del Averno, revolcándose de risa mientras el sagradísimo Chamuco se fuma un cigarrito con yerba.
El tal informe de la DEA escurre rabia contra México y contra el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y oculta dos verdades: una, el evidente y contundente fracaso de la guerra contra las drogas que lanzó Estados Unidos en 1973 y dos, que los narcos mexicanos no invadieron gringolandia, sino que los cárteles gringos son los dueños y señores de sus territorios.
La misma Milgram que no puede aceptar que en México sus 54 agentes (9 inactivos por falta de visa) tengan que entregar mensualmente un informe sobre sus actividades al gobierno de López Obrador, como condición para quedarse a seguir jugando a James Bond, admite en el reporte que la logística del transporte, distribución y venta de las drogas en Estados Unidos la llevan a cabo los “socios” de los cárteles mexicanos que les venden la merca.
¿Socios?, ya párele, doña Anne; que a mis padrinos les va a ganar la chis en los Levis de tanta risa con los sinónimos que utiliza usted para identificar a los narcos de su tierra.
En México, si vemos vestido a una persona con uniforme color rojo, casco rojo, en un camión o tanque de agua color rojo, con mangueras, escaleras y con torreta, le llamamos bombero.
Usted, si ve a un gringo comprando toneladas de drogas, transportándolas, distribuyéndolas y vendiéndolas a los drogadictos de su país, les llama socios. ¡No la chifle que es cantada, doña Anne!
Posdata, y nada más por no dejar; si en su reporte hasta sus agentes dan cuenta de que Ismael “El Mayo” Zambada García, capo de capos del Cártel de Sinaloa está muy enfermo, uno podría asumir que lo dicen porque saben dónde se encuentra el papá del testigo de oro y protegido de la DEA; Jesús Vicente Zambada Niebla, “El Vicentillo”. No me diga, no me cuente, doña Anne, que el canario sigue cantando.